Materializados en los talleres con el mismo nombre, el Presupuesto Participativo, es un mecanismo, para elegir los proyectos a ejecutarse en el año posterior en los gobiernos regionales y locales, es uno de los medios para democratizar el accionar del estado, en las intervenciones relacionadas a proyectos de inversión pública. Pero, caben algunas situaciones a precisar y que a la fecha no han tenido muchas respuestas, por ejemplo:
¿A quién le corresponde definir los criterios de evaluación de estos talleres, de tal manera, que estén alineados a los planes, nacionales, regionales y locales?. Hago esta observación, pues aún existiendo la necesidad de intervenir en aquellas brechas sociales que podrían ser resueltas por PIPs, terminan sin ejecutarse y mucho menos aún, formar parte de la lista priorizada en el taller.
Claro está, que el SNIP no prioriza los PIPs, pero quién ayuda o gestiona, que se lleven a cabo las alineaciones de estos, en función a los planes nacionales?; en resumen a quién le corresponde evaluar si la priorización de los proyectos o programas seleccionados, está acorde a la linea del Estado?.
Otro asunto es también, que la población no tiene la información exacta del periodo de tiempo que tiene un proyecto, desde la idea de este, hasta su ejecución, así también, del camino que este proceso implica; esas son algunas de las carencias encontradas en los talleres que he observado a nivel nacional en diversas regiones y me parece necesario proponer un monitoreo exhaustivo.
Seguiremos de cerca otras particularidades de este proceso hoy que comienza la etapa del PP 2013..
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