viernes, 30 de abril de 2010

SNIP: LA PIEDRA EN EL ZAPATO (un recuerdito de unos años)


El Perú es un país pobre, que necesita utilizar con eficiencia y eficacia sus escasos recursos, más aún cuando los fondos son de procedencia pública, pero que son administrados en representación del conjunto de la población, por la clase política que ha sido elegida para gobernar durante un periodo determinado, una localidad, una región o el país en su conjunto.La historia registra que los políticos cuando han decidido el gasto en proyectos de inversión, estos se han efectuado, en su gran parte, sin ningún criterio técnico, sin asegurar su rentabilidad social, su sostenibilidad y compatibilidad con las políticas sectoriales y los planes de desarrollo; motivo por el cual existe una gran cantidad de obras denominadas elefantes blancos y que han insumido una gran cantidad de recursos, pero sin ningún beneficio para la población, como es el caso del Tren Eléctrico en la ciudad de Lima, que se ejecutó sin contar con los estudios de pre-inversión correspondientes y que ha generado al Estado y al país pérdidas por unos US$ 310 millones. Con la finalidad de mejorar la calidad de la inversión pública y evitar que la inversión se realice, anteponiendo los criterios políticos a los técnicos, y con grandes cuestionamientos de corrupción, se creó en el 2000 (Ley N° 27293) el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), cuyas normas establecían que todo proyecto de inversión pública, para su ejecución, debe ser declarado previamente viable por el SNIP.Hasta el 2006, el SNIP ha recibido, para su aprobación, cerca de 33 mil proyectos de inversión pública, procedentes de las diferentes instituciones incluidas en el SNIP (Ministerios y sus órganos desconcentrados, los organismos públicos descentralizados, los organismos constitucionalmente autónomos, los gobiernos regionales, los gobiernos locales y las empresas del Estado). Se ha aprobado el 71,2 por ciento de los proyectos presentados con un monto de inversión de S/. 20 644 millones.Antes de la creación del SNIP, muchos proyectos de inversión se han ejecutado sin generar la rentabilidad social deseada. Además del Tren Eléctrico, que se mencionó líneas arriba, se pueden citar también: el Proyecto Majes, en el cual el Gobierno de turno invirtió más de US$ 1 000 millones, para una agricultura con características de minifundio y donde el 80 por ciento del área agrícola se destina al cultivo de alfalfa. El poner en valor las tierras ha significado para el Proyecto un costo de US$ 50 mil por hectárea, muy por encima del promedio de las mejores tierras en la costa, de US$ 6 500 por hectárea. Las Lagunas de Estabilización en San Bartolo en Lima (US$ 140 millones) y la Línea de Conducción La Atarjea-Villa el Salvador, en Lima (US$ 50 millones) son otras obras que se ejecutaron también sin estudios previos, por lo que no han brindado los resultados esperados, ocasionando grandes pérdidas para el Estado y el país. Si hubiera existido en eso años el SNIP, dichos proyectos de inversión no se hubieran ejecutado, y por el contrario los recursos se hubieran destinado a proyectos con mayor rentabilidad social.Con la intervención del SNIP, en la aprobación de los proyectos públicos, el país comenzó a utilizar de manera eficiente los recursos fiscales. Basta citar algunos ejemplos. En Puno, se planteó realizar el Proyecto de Irrigación Yanarico-Puno con una inversión de US$ 11 millones. Al ser evaluado por el SNIP, el Proyecto se reformuló, y se aprobó con una inversión de US$ 5 millones, ahorrándose US$ 6 millones. De igual modo, el Proyecto de la carretera Tarapoto-Yurimaguas fue propuesto con una inversión de US$ 109 millones. Al ser evaluado por el SNIP, el proyecto se optimizó y aprobó con una inversión de US$ 57 millones. Otro caso es el de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, cuyo proyecto inicial contemplaba una inversión de US$ 3,2 millones y se aprobó con una inversión de US$ 1,3 millones. El SNIP, en todos estos casos, ha actuado como instrumento de evaluación antes de la inversión y ha permitido que proyectos sobredimensionados sean reformulados acorde con la envergadura del problema a resolver. Los políticos tendrán sus razones para oponerse a la existencia del SNIP, incluso algunos han solicitado su desaparición, con el argumento de que el Sistema es una traba para la inversión pública y la descentralización del país. Los intereses o razones de los políticos, sin embargo, no concuerdan con los intereses del país, que exige que los recursos públicos se gasten con calidad para el logro de los objetivos planteados. El SNIP solo pide, a las instituciones del Estado, que las inversiones que desean llevar a cabo deben estar sustentadas en estudios técnicos, que demuestren la viabilidad del proyecto, su sostenibilidad y la solución de los problemas planteados.Muchas instituciones subnacionales, como gobiernos regionales o gobiernos locales, vienen acumulando ingentes recursos fiscales, provenientes del canon o regalías mineras, no obstante que la población, a la que se deben, enfrentan deficiencias en su calidad de vida, por la falta de infraestructura básica de salud, saneamiento, transporte, etc. Esa brecha entre las necesidades de la población y los recursos que disponen se debe a la incapacidad de elaborar los proyectos de inversión requeridos para garantizar el buen uso de los recursos públicos. Sin embargo, buscan hallar culpables para cubrir sus deficiencias, y no han encontrado mayor culpable que el SNIP. En la segunda quincena de mayo, el Gobierno promulgó el Decreto de Urgencia N° 014-2007 a través del cual se dejó sin piso al SNIP, al establecer que la viabilidad de los proyectos públicos se otorgaría sólo con la aprobación del Perfil del Proyecto, es decir se vuelve al pasado. El SNIP, hasta el 31 de diciembre del presente año, periodo de vigencia de la norma de urgencia, deja de ser el gran fiscalizador del uso de los recursos públicos. Ahora los gobiernos regionales y locales ya no requieren realizar los estudios técnicos correspondientes. Basta con la información muy general y simple, que es lo que generalmente contiene un Perfil del Proyecto, para tomar la decisión de inversión. Como era de esperar, los políticos crean normas a la medida de sus gustos e intereses, a espaldas de lo que mejor le conviene al país.


Elefantes Blancos en el Perú
En nuestro país se ha dado ejemplos garrafales de despilfarro del erario público. Si existiera una Antología de lo Absurdo bien podrían ser incluidos el Monumento a la Fertilidad, en Wayne (Junín), la estatua a la Libertad en Cutervo (Cajamarca), y hasta hace unos años el Tren eléctrico en Lima, que recién Castañeda ha echado a andar. Y para no ir muy lejos en Trujillo se un claro ejemplo en la construcción de la ex Planta Lechera, convertida en elefante blanco desde la época de Belaunde, y que ahora gracias a los buenos oficios del congresista Daniel Robles se levanta el Hospital Oncológico.También debemos hacer hincapié en el buen uso de un nuevo dinero que está ingresando a los gobiernos regionales y locales: el fideicomiso de las minas, que debe evitarse ser despilfarrado en obras intrascendentes.


Freno al gasto público
Gobierno declaró en reestructuración el SNIP y dictó nuevas medidas para garantizar el gasto público.
Mediante decreto de urgencia se creó la Comisión Técnica de Alto Nivel encargada de elaborar una propuesta para agilizar los procedimientos del SNIP, garantizando la calidad del gasto, así como para capacitar a los gobiernos locales y regionales en una mejor ejecución de sus proyectos.La comisión lo integran el viceministro de Economía, quien la presidirá; el director general de la Dirección General de Programación Multianual del Sector Público; el director ejecutivo de Preinversión; el secretario ejecutivo del Fondo Nacional de Financiamiento de la Administración Empresarial del Estado (FONAFE); un presidente regional elegido por la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales. Asimismo el alcalde y el responsable de la Oficina de Programación e Inversiones del sector con mayores montos de ejecución de proyectos de inversión pública en el año fiscal 2006, sujetas al SNIP.En el mismo decreto se modifica el decreto de urgencia 014, que flexibilizaba el SNIP, y del que en su momento se dijo que no contaba con el respaldo del ministro de Economía, Luis Carranza.Los gobiernos locales y regionales aplicarán el procedimientos seleccionado abreviado establecido en el DU 024-2006, o el procedimiento especial regulado por el decreto supremo 024-2006 Vivienda.