martes, 20 de marzo de 2018

Crece la inversión pública a través de obras por impuestos

Por Paola Villar S.

La inversión bajo esta modalidad rompió récord en el 2017 y sumó S/960 millones. La meta para este año es de S/1.100 millones. El MEF advierte que tiene un techo.

Si bien el desempeño económico del Perú no pasó por su mejor momento en el 2017 (se proyectaba que la economía creciera 4% y culminó en 2,5%), el mecanismo de obras por impuestos (OxI) sí gozó de buenos resultados: al cierre del año pasado se adjudicaron 76 proyectos de inversión pública mediante OxI por S/960 millones; un incremento de 126% respecto a lo adjudicado en el 2016.

Obras por impuestos (OxI)

Aunque estuvo por debajo de la meta proyectada por el Gobierno (S/1.000 millones), el resultado rompió el récord anual de compromisos de inversión desde su creación en el 2008, destacó la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (Pro Inversión).
Pro Inversión

Entre los proyectos más destacados se encuentran los colegios de alto rendimiento (COAR) de las regiones de Ica y Lambayeque, por más de S/122,5 millones, con lo cual predominó el monto invertido en el sector Educación (37%).

LOS RESULTADOS
De acuerdo con Pro Inversión, la compañía que más ha invertido a través de este mecanismo durante el 2017 fue el Banco de Crédito (BCP) con un monto de S/306 millones; lo que representa 32% del total del año.

Con respecto a las entidades públicas, las que más inversión concentraron en los distintos niveles de Gobierno fueron el Ministerio de Educación (S/160 millones) en ocho proyectos; el Gobierno Regional de Piura (S/108 millones) en tres proyectos, y el Minsa (S/92 millones) en un proyecto.

Para Sergio Salinas, profesor de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, el resultado positivo de OxI se debió, principalmente, al fuerte impulso del Gobierno en este mecanismo y, en la misma línea, la apuesta del sector empresarial por priorizar la inversión pública hacia áreas de interés social.

“El Ejecutivo se ha mostrado convencido de que es una magnífica herramienta para sacar adelante proyectos de inversión pública, con mayor velocidad y calidad. [OxI] es un notable ejemplo de alineamiento de interés público y privado”, precisó.

Pro Inversión

¿Qué acciones específicas se han tomado para lograr el resultado? Gabriel Daly, director de Política de Promoción de la Inversión Privada del MEF, resaltó cinco grandes cambios. El primero es que se ha ampliado el abanico de sectores en los que se puede usar el mecanismo. Además, se eliminó el techo de 15.000 UIT por proyecto.

También se han incluido nuevas fuentes de financiamiento contra las cuales se cargan los recursos invertidos. Adicionalmente, se comenzó a permitir la coejecución de proyectos entre dos gobiernos regionales o locales. Por último, ahora las empresas pueden optar por construir las obras y también encargarse de la operación y el mantenimiento, hasta por un año en el caso de saneamiento.

PERSPECTIVA Y RETOS
Pro Inversión y el MEF señalaron a El Comercio que, para este año, la meta de adjudicación es de S/1.100 millones. Hasta el momento, se han adjudicado cuatro proyectos de los 53 que están en la cartera de la agencia y el total estimado de compromiso suma S/572,94 millones.

Para que se pueda alcanzar la meta, Salinas recomendó que se eviten las demoras en aprobaciones a nivel intermedio en las entidades públicas y sugirió incluir costos de operación y mantenimiento en el mecanismo. Esto, sobre todo para proyectos en zonas rurales con PBI per cápita bajo, donde la necesidad de infraestructura es mayor y la posibilidad de financiamiento de inversiones vía cargo al usuario es menor.

No obstante, apunta que el reto es impulsar y potenciar el mecanismo, pues aún representa menos del 2% de la inversión pública total anual. Ello lleva a que el grueso de obras públicas sean ejecutadas de manera tradicional, exponiéndose a mayores problemas.

Pro Inversión



En la óptica del MEF, sin embargo, hacer explotar el mecanismo de OxI puede ser riesgoso. La razón es que el uso del mecanismo implica menores ingresos por Impuesto a la Renta en el futuro. Si no se sabe qué pueda suceder con la recaudación –dice– hay que poner un techo a la participación de OxI.

“Financieramente, mientras lo mantengamos controlado y sepamos cómo afecta ingresos futuros, todo bien. El tema es que no perdamos el control”, afirma Daly.

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