martes, 17 de enero de 2017

El déficit fiscal en detalle


El déficit fiscal en detalle
El déficit público cerró en 2,7%. Se ejecutaron S/4.000 millones menos de lo previsto para inversión pública.

Esta semana, el Banco Central de Reserva publicó su resultado preliminar de déficit fiscal del 2016, el que se ubicó en 2,7% y estuvo 0,3 puntos porcentuales por debajo de la meta fijada por el actual gobierno. Este resultado abre nuevamente la discusión que tuvo en setiembre el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Alfredo Thorne, con su predecesor, Alonso Segura, sobre cuál era el estado real de las cuentas fiscales luego de la transición. Mientras el ministro Thorne aseguró que, de no tomarse las medidas necesarias, el déficit fiscal cerraría en 3,8% (de acuerdo con una proyección pasiva hecha en setiembre, aclara ahora el MEF), Segura afirmaba que la trayectoria que se había fijado para el déficit lo llevaría naturalmente a 3,0%.

“Ese 3,8% era un número que no se ajustaba a la realidad, era imposible. El 3,4% al que se llegó en agosto tenía que bajar por razones que señalamos en su momento. Había gastos muy fuertes por El Niño a fines del 2015 y estaba la subejecución normal que se da por cambio de gobierno, particularmente en el último trimestre del año. Todo esto te llevaba a converger al 3,0% sin ningún problema”, señaló el ex ministro a El Comercio.

En este contexto, el gobierno decidió aplicar un ajuste fiscal. En aquel entonces, se decidió que el ajuste sería principalmente sobre el gasto corriente –bienes y servicios– y no sobre gasto de capital –inversión pública–. Sin embargo, fue otro el desenlace. 

Las razones

En el Marco Macroeconómico Multianual Revisado (2017-2019) –documento en el que se fijan las proyecciones económicas del gobierno– se revisaron las cifras estimadas por el MEF en abril y se proyectó que los ingresos corrientes del gobierno general se reducirían de S/130 mil millones a S/124 mil millones, el gasto corriente se mantendría en S/102 mil millones y el gasto de capital caería ligeramente, de S/35 mil millones a S/34 mil millones. No obstante, las cifras preliminares publicadas esta semana por el Banco Central de Reserva difieren. Los ingresos fueron solo S/121 mil millones, el gasto corriente se redujo a S/100 mil millones y la inversión pública sumó S/4.000 millones menos de lo planificado y alcanzó S/30 mil millones.

Fuentes del MEF explicaron a este Diario los motivos de este subcumplimiento de 0,3 puntos porcentuales sobre la meta establecida en la trayectoria fiscal. En primer lugar, hubo una mayor cantidad de “devoluciones” de lo esperado. Se proyectó que representarían 2,4% del PBI y terminaron en 2,5%. Al respecto, Segura señaló que las mayores devoluciones son un fenómeno temporal que se absorbe de manera natural sin necesidad de ajustar aun más el gasto.

En segundo lugar, el MEF cita un “embalse de mayor gasto”, es decir que gran parte del presupuesto ya estaba comprometido por el gobierno anterior, lo que generó una demanda adicional de recursos que representó el 0,3% del PBI. Esto ya que imposibilitaba que las nuevas autoridades reasignen partidas en función a sus prioridades. A esto se sumó el efecto que tuvo el recorte del gasto de 0,4% en el presupuesto de los ministerios.

Otro factor fue que hubo una menor ejecución de inversión pública por parte de los gobiernos subnacionales, lo que el MEF atribuye a que estos decidieron posponer el gasto para ejecutarlo a través de Invierte.pe. Finalmente hubo una anulación de gastos por parte del BCR “indebidamente devengados” que representó un 0,1%. 

A esto, se suma que el 21 de diciembre el gobierno recibió un ingreso extraordinario por la venta de Línea Amarilla, que representó 0,15% del PBI, monto que se esperaba que ingresara recién en el primer trimestre del 2017.

El resultado de esto es que hoy por hoy la ejecución de la inversión pública del gobierno nacional se desplomó en 11,6% y el gobierno espera un monto de “arrastre” de S/4.000 millones –que en el 2015 fue de alrededor de S/2.500 millones– para asegurar la continuidad de las inversiones. Estos serán financiados mediante un crédito suplementario al no estar contemplados en el presupuesto del sector público del 2017.

Según Carlos Casas, economista de la Universidad del Pacífico, “el ajuste parece haber sido excesivo”, aunque dice que cerrar el año por debajo de la regla no es necesariamente malo. No obstante, “lo que se vio fue una parada del gasto corriente, lo que evitó que se contratara gente que al inicio de un gobierno es crucial”.

Por otro lado, la inversión pública no creció por falta de capacidad para ejecutar gasto, no por el ajuste, explica Casas y “ello es preocupante porque refleja un tema estructural y no coyuntural”. Asimismo, advierte que la migración al nuevo sistema Invierte.pe también podría impactar en el ritmo de ejecución este año.

A ello, se sumaría el efecto que tendrá el desenlace del caso Odebrecht, que podría impactar en los tiempos en que se evalúa a los postores o en los procesos de adjudicación, afirma Flavio Ausejo, especialista en gestión pública de la PUCP. 

Segura advierte que el mayor problema de esto se va a sentir en el crecimiento de la economía: “Se va a notar en el cuarto trimestre (especialmente en diciembre), pero también va a afectar los primeros meses del 2017 (por devengados no ejecutados en obra física). Un sobreajuste de 0,3% del PBI en un trimestre equivale a más de 1,2% de impacto en el PBI del trimestre. Y recordemos que el gasto de capital tiene un multiplicador mayor a 1”.

Sin embargo, el actual MEF afirma: “Hoy por hoy, la principal variable que afecta el crecimiento económico es la inversión privada, que equivale al 5% del PBI. El año pasado la inversión privada habría caído 6,3% y restó 1,3 puntos porcentuales al crecimiento del PBI”.

A pesar de esto, el ex ministro Segura no prevé un mal 2017, dado que existen varios miles de proyectos que ya fueron preaprobados y que pasaron por el SNIP, lo que puede ayudar a ejecutar el ‘stock’ de proyectos previstos para el 2017.

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