viernes, 5 de noviembre de 2010

Por ineficiencia de alcalde provincial, Espinar no cuenta con agua y saneamiento básico

Escrito por Voz de Alerta

miércoles, 03 de noviembre de 2010
Conozca como los sectores radicales trafican con la salud del pueblo: desde hace 14 años proyecto de agua no se hace realidad, y sólo sirve de bandera política. Iniciativa –que cuenta con aprobación del SNIP– aprovecharía aguas del río Huayllumayo, sin afectar recursos hídricos para Majes y Siguas II. A propósito del Proyecto Majes Siguas II, los radicales opositores argumentan que Espinar se quedará sin agua potable, porque el megaproyecto afectaría los recursos hídricos de la provincia cusqueña. Nada más alejado de la verdad, ya que la principal fuente de abastecimiento de agua potable para Espinar es el río Huayllumayo. Es decir, no hay relación con las cuencas del Proyecto Majes Siguas II. Esto se desprende del Proyecto “Mejoramiento y Ampliación del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Tratamiento de Aguas Residuales de Espinar”, hoy encarpetado y no ejecutado por la ineficiencia de las autoridades locales y regionales, el mismo que permitiría incrementar la cobertura de agua potable y alcantarillado a toda la población urbana de Yauri, con una continuidad de 24 horas al día.

Hoy Espinar –a pesar de ser una provincia que recibe canon y regalías mineras y gasíferas– se ubica en el país entre las de menor calidad de vida y salud de acuerdo al mapa de la pobreza e índice de desarrollo humano. Para muestra sólo botón: solo cuenta con dos horas de agua potable, en la zona urbana, y ni que decir en la zona rural. Otro detalle sustancial es que el proyecto reduciría ostensiblemente la contaminación de las cuencas de los ríos Tucsamayo, Cañipia y Salado, que hoy son utilizados como vertederos (botaderos) de basura y residuos sólidos. La verdad, aunque duela. Desde la década del 90, los políticos y autoridades de la provincia cusqueña, esgrimen como bandera y oferta electoral: la solución al problema de agua potable y saneamiento básico en Yauri. Sin embargo, la pregunta flota por sí sola ¿qué se ha hecho en esta etapa? Repasando “cerros” de expedientes y rumas de documentos, el proyecto se remonta a 1996, cuando la Municipalidad de la Provincia de Espinar (MPE) decidió iniciar los estudios de la obra, léase represa de Huayllumayo. En 1998, y debido a la escasez de recursos hídricos se decide la construcción de la represa del mismo nombre.

Dos años después – ante la gravedad del problema – la MPE, con el Gobierno Regional del Cusco (GRC), y el Instituto Nacional de Desarrollo (INADE) inician la construcción de la línea de conducción desde la Represa de Huayllumayo hasta la planta de Tratamiento de Agua Potable Virgen de Chapi. Fue en los primeros años del 2000, siendo alcalde provincial, Oscar Mollohuanca Cruz –hoy nuevamente electo y convertido en uno de los principales detractores de Majes Siguas II– que promete como oferta hacer realidad el proyecto. Sólo fueron promesas del militante del movimiento Tierra y Libertad. En el 2006, durante la gestión de Luis Alvarez Salcedo, la MPE suscribió un contrato con la empresa Aquateam SAC para la elaboración del perfil técnico a presentarse al Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) y evaluar la viabilidad del anhelado proyecto. Al año siguiente, el SNIP (según código 35798) dejo expedito su viabilidad para su ejecución. En el 2007 -durante la gestión del desaparecido alcalde Alfredo Salinas Pérez- se concluyó el expediente y listo para el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), aprobado el 2008. El drama se agudiza durante la administración del profesor Eloy Chancayauri Pezo. Tratándose de un proyecto priorizado –como lo establece el SNIP– debió merecer toda la atención de la máxima autoridad de la provincia y del Gobierno regional. Ello no ocurrió, a pesar que la provincia de Espinar recibe por concepto de canon y regalías más de 90 millones de soles anuales, monto con el que tranquilamente podría financiarlo y ejecutarlo, considerando que la suma estimada del proyecto es de 36 millones de soles, de los cuales el Estado (como cofinanciamiento) está comprometido con 22 millones a través del programa Agua para Todos. Ello demuestra que no se ejecuta –simple y llanamente- por ineficiencia de la autoridad. Hace menos de una semana el ministro de la Producción, Jorge Villasante, a su vez presidente de la Comisión de Alto Nivel para el Diálogo con Espinar, refirió que de no concretarse esta anhelada obra se corre el riesgo de perder los 22 millones destinados a cofinanciar el proyecto. Para resolver el problema lo único que tendría que hacer el alcalde Chancayauri es iniciar la obra, y de inmediato Agua para Todos haría el desembolso. De no cristalizarse antes del 2010, este monto revertiría nuevamente al erario, con lo que se frustraría el anhelo de miles de espinarenses. Obra de impacto y desarrollo. La importancia que se ejecute esta obra para Yauri, tiene muchas aristas de interés social, que son soslayadas y ocultadas por los sectores radicales como el Frente de Defensa de los Intereses de Espinar, el Comité de Lucha, la Asociación de Barrios y Pueblos, el alcalde Chancayauri, y el propio Gobierno Regional del Cusco (con Hugo Gonzáles a la cabeza). Es más, de acuerdo a las especificaciones técnicas, el proyecto no tiene ninguna implicancia con los recursos hídricos destinados al proyecto Majes Siguas II. La Consultora Aquateam Ingenieros responsable de los estudios técnicos afirma que las fuentes de abastecimiento derivarán del río Huayllumayo. El citado estudio concluye que existe agua suficiente para el suministro de la población, lo que se carece es de infraestructura y redes modernas. 

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