Lima - La capital peruana, un monstruo urbano que se agiganta año tras año, necesita con urgencia una agresiva política de inversiones en infraestructura moderna. Sólo así podrá ir a la par con el crecimiento económico y demográfico del país, según es consenso entre los técnicos de todas las tendencias.
No obstante, la actual administración municipal, liderada por Susana Villarán, muestra una alarmante lentitud en la ejecución del presupuesto de inversión en obras necesarias para la ciudad.
El porcentaje del gasto en proyectos de infraestuctura apenas llega al 19.3% (rubro Activos no Financieros), según cifras del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) actualizadas al 2 de agosto del 2011.
Si bien la ejecución del presupuesto general de la comuna (S/.1,240 millones para el 2011) asciende al 43.8%, la mayor parte del gasto corresponde al rubro "Personal y Obligaciones Sociales", es decir, a la planilla.
Esta partida sí fue ejecutada eficientemente: 52.3% del presupuesto total. Trascendió que en julio último la Municipalidad de Lima Metropolitana habría pagado un bono de productividad al staff de funcionarios, de acuerdo con lo que la actual administración considera una gestión positiva para la población.
En términos comparativos, la Municipalidad Provincial del Cusco ejecutó en el mismo rubro (inversión en proyectos) el 50.1% de lo presupuestado; Chiclayo, el 37.1%; Trujillo, el 33.9%; Maynas, el 32.9%, entre otras. La administración municipal de Arequipa adolece de los mismos males que la de Lima: sólo ejecutó el 9.8% (ver cuadro).
ÚLTIMO EN REGIONES. La alcaldesa Susana Villarán conduce también la oficina metropolitana del gobierno regional de Lima. Esta oficina ha ejecutado en 7 meses un ínfimo 6.1%, según cifras del Ministerio de Economía y Finanzas a la primera semana de agosto, vale decir que ocupa el último lugar en el ranking de gobiernos regionales.
Los más eficientes son los de San Martín (45%), Cajamarca (44.1%), Loreto (41.1%), Tumbes (40.3%), Ucayali (33.5%) y Lima Provincias (33.5%). Este último gobierno regional es presidido por Javier Alvarado Gonzales del Valle.
Si comparamos la gestión de Villarán con la de las municipalidades distritales de Lima Metropolitana, el contraste es bastante revelador.
Los distritos de Chosica (Lurigancho) y Magdalena del Mar ya ejecutaron a estas alturas el 62% de su presupuesto para obras. San Miguel el 55%, Los Olivos el 53% y Santa Anita el 47%, para anotar algunos de los más eficientes.
El regidor metropolitano Alberto Valenzuela confirmó a Correo que existe un legado de alrededor de 70 proyectos de infraestructura que la administración del ex alcalde limeño Luis Castañeda dejó listos para ser ejecutados, aprobados y con presupuesto y todo.
CONFUSIÓN DE OBJETIVOS. "En estos 7 meses de gestión hubo una lamentable confusión de objetivos", según el punto de vista de Marco Parra, ex teniente alcalde de la gestión de Castañeda.
En opinión de Parra, la administración Villarán puso como primer objetivo la "persecución" de la gestión del ex alcalde Castañeda, dedicó mucho tiempo al "asambleísmo" y tardó en comprender "los mecanismos de la administración pública moderna".
"Todo esto dio lugar a que la actual administración no tuviera un norte, se enfrascaron en confrontaciones con el gobierno central y con la anterior administración", refirió.
La ciudad, a su juicio, no puede dejar de tener obras de infraestructura. "Allí hay un problema serio", comentó.
Por su parte, el experto en temas de vigilancia ciudadana José Alberto Pretell afirmó que el evidente retraso en la ejecución de obras no es atribuible al Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), porque la gran mayoría de las obras presupuestadas son menores a S/.6 millones. "Más bien es una deficiencia atribuible mayoritariamente a la gestión municipal de Lima", declaró a este diario.